martes, 12 de julio de 2011

In Memoriam

Me cuesta mirar a los ojos a este mundo, no así a las personas que lo conforman. Porque alguna vez encuentro tras sus miradas aquello que le da luz a la mía, la Esperanza. No me refiero a esperanza en que todo cambie, o que la situación mejore, o que llegue el amor,el dinero o reconocimiento, no es ese tipo de esperanza la que disipa mis brumas al mirar la vida. La esperanza en la que encuentro sentido es la que me hace creer que todo tiene un sentido, que nada es por capricho. Una esperanza que confía en la sabia diligencia de todos los procesos de la vida. Aunque escapen al conocimiento o a la comprensión, por duros, injustos, crueles o enrevesados que estos sean o aparenten ser, pues todo cuanto vivimos contiene en si los dos lados de la moneda, lo bueno y lo malo. Y es la forma en que afrontamos cuanto nos sucede lo que viste de connotación negativa o positiva nuestra forma de atravesar las circunstancias de la vida.


Haciendo un ejercicio de sinceridad, diré que escribo movido por una mescolanza de emociones como melancolía, indignación, rabia y ciertas dosis de confusión. Pero no son generadas por ninguna circunstancia de mi vida, sino por una circunstancia que creo afecta al total de los vivientes. El despiadado asesinato del cantautor argentino Facundo Cabral. Hace días que en mi se encienden los por qué's,momentos en que demando explicaciones o trato de comprender el porque de sucesos así. Pues a pesar de ser consciente que este proceso de la vida se sustenta en la muerte, que diariamente miles de personas mueren de hambre o frio,victimas de asesinatos, de accidentes, de enfermedades, de abandono y de soledad, siendo consciente de todo esto, no me resigno a conformarme y me pregunto constantemente si realmente es imposible hacer las cosas de otra manera. Pues si personas como él, que siempre difundió un mensaje de paz, de concordia, que era vocero y eco de las palabras de otros grandes del pasado, así como lo era él de nuestro presente. Que si personas así son vilmente ajusticiados y unicamente llega a nosotros la noticia, como eso, una lamentable noticia mas, entonces...puede que sea imposible hacer las cosas de otra manera.

Pero me aferro a la creencia de que no es así. De que seres así no pasan desapercibidos, que occidente, el mal llamado primer mundo, no es insensible a este tipo de injusticias, no al menos en su totalidad. Y esa pequeña porción, entre la que espero encontrarme siempre, es la que ha de procurar emplear todos sus recursos y fuerzas en hacer que la luz de los hombres y mujeres que viven o vivieron por hacer de este mundo un mundo mejor, jamás, repito JAMÁS SE APAGUE.

Y la mejor forma de hacerlo no es salir gritando a la calle, sino susurrarle a nuestro interior que se anime a integrar en nuestras pautas, rutinas y comportamientos, los principios y los valores que representan a la humanidad, en la acepción mas humana posible.

Igualdad, respeto, comprensión, aceptación,confianza, asertividad, mediación, consuelo, motivación, paz, reciprocidad y miles y miles de conceptos mas, que deberían de ser mucho mas que meras palabras para convertirse en dogmas de una vida Esperanzada. Un vida no basada unicamente en las necesidades del cuerpo o del ego, una vida entregada a cada instante, a tratar de sacar la esencia de la sonrisa y también de la lágrima, una vida llena de sentidos y contrasentidos, que se expande continuamente, que se pliega sobre si misma y que nos debería unir a todos en torno a su experiencia, en lugar de dividirnos y aislarnos dentro de la experiencia individual de cada uno.

Y por eso hoy , a pesar de la amalgama de sentimientos encontrados en este cónclave en que se han convertido estas lineas en tu memoria, quiero dar las gracias a la vida, como diría Violeta parra, confiando en que a aquel que ama todo le ayuda para bien como dice el "Jesús" Original, y por poder seguir luchando con lo que esté en mi mano, para unirme al sentir de Bob Marley cuando abandonó aquel hospital unos días después de haber sido victima de los balazos de un ignorante inconsciente que quiso acabar con su vida. El sentir que le movió a responder a los que le recriminaban la inconsciencia de abandonar el hospital para ir a uno de sus conciertos.

"La gente que está tratando de hacer este mundo peor no toman ni un día libre, ¿como podría tomarlo yo?"

Hoy mi recuerdo va por tu transito en este mundo compañero de camino , no se cuantas muertes más serán necesarias, (como decía el jamaicano), para que nos demos cuenta de que ya son demasiadas muertes.Mas la tuya me sirve a mi para abrirte mi corazón y llevarte en él junto a tantos otros maestros y seres de luz que me acompañan y prometerte que mientras haya en mi mirada un destello de vida y por lo tanto de Esperanza, una parte de los latidos de mi corazón y del fruto de mis manos llevará imbricado la imborrable esencia de tu persona y tu obra.


Facundo Cabral (La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 22 de mayo de 19371 - Ciudad de Guatemala, 9 de julio de 2011)

DEP