domingo, 18 de abril de 2010

Puentes uniendo mundos.


Poesía improvisada
tratando de dar el alma
con el sentido impregnado
en cada espacio y palabra

Puede sonar atrevido
presentarme ante vosotros
sin traer ni un texto escrito
y leerlo en vuestros ojos

Regenerando poemas
forjados del día a día
que logren llenar el aire
de sentido y armonía

Atreverme a involucraros
en lo que recito y siento
pues entiendo vuestras vidas
como parte de mis versos.

Sin pretender ir de nada
interpreto vuestros gestos
y los traduzco en palabras
que hablen de fuerza y aliento.

Así mientras yo me expreso
podéis hablar sin palabras
para disfrutar de aquello
que resuene afín al alma.

Pedacitos recompuestos
en un collage de experiencias
que juntas revelan la esencia
que todos llevamos dentro.

Recolectores de instantes
forjados en nuestros mundos
polen de vida portado
por quienes buscan su rumbo.

Mas bellas que las palabras
y mas calmas que el silencio
son la miradas sinceras
que van más allá del cuero.

Y así...
como por arte de magia
nos transformamos en uno
si hacemos de lo que somos
puentes en vez de muros.



Gracias por colaborar.

jueves, 8 de abril de 2010

Sobrevolando el instinto.


Algo confusa en su vuelo
sin corrientes que la lleven
batir de alas exhaustas
que apenas si la sostienen

Buscando en el horizonte
la pista, el indicio,el hilo
plata de que tirar
que la lleve a su destino

Nidos a tiempo futuro
sin alimento a las puertas
toca volar y volar
sin reservar ni una fuerza

El cansancio hace mella
sin sitio donde posar
las olas amenazando
que la quieren devorar

Algo en la lejanía
una mancha sobre el mar
fundiéndose con el cielo
una esperanza quizás

Forzando la maquinaria
avanza veloz y rauda
para no perder de vista
unas aves en bandada

Logrando al fin alcanzarlas
halla tregua en su rebufo
pues el aire no es tan fuerte
cuando se traspasa en grupo

Gracias a ese milagro
pudo la costa alcanzar
y sobre un acantilado
al fin su ser reposar

Un regalo a sus oídos
de repente gozo y paz
Bienvenida compañera
le susurró el alcatraz...



...Tiempo de sumas
buscadas
de no dormir
por soñar

Tiempos de vida
de encuentros
de ciclos
por continuar...



Y cubiertos con sus alas
durmieron aquella noche
abrazados a sus almas.

viernes, 2 de abril de 2010

negando la Evidencia.


Los nervios habían tomado mi cuerpo,trataba de disimular los temblores al tiempo que ocultaba el rostro, mas lo cierto es que mis piernas tenían serias dificultades para sostenerme en pie.
Allí estaba él, atado y golpeado por aquellos que le habían apresado hacía unas horas y ahora lo custodiaban a la espera de que los poderosos decidieran que hacer con su vida.
Siempre tuve la extraña percepción de que este momento llegaría y de hecho tenía la sensación de no ser la primera vez que vivía la misma experiencia. ¿Que hago aquí?, preguntaba en mi pensamiento, cualquiera podría reconocerme como uno de sus acompañantes y delatarme. Entonces sería apresado indudablemente y mi destino no sería distinto al del Maestro.
Algo en esa idea me confortaba, pues tras los últimos años a su lado codo con codo, después de tantas vivencias,sabía que aquel hombre era la misma encarnación de la misericordia y que morir junto a él sería tanto o mas privilegio que haber caminado a su lado. Pero la misma idea confortaba al tiempo que confrontaba todas mis dudas y no me dejaba exento de cierto temor ante la idea de la muerte. La batalla mental me consumía al tiempo que no podía dejar de reprocharme que todas las certezas que tenia cuando estaba con él, ahora parecían disiparse al contemplarle así de indefenso delante de sus captores.
Aún resonaban en mi interior las palabras que me dirigió después de la cena cuando juré y perjuré que jamás le daría de lado. Pero tanto o mas que sus palabras, en mi mente estaba su mirada al pronunciarlas, pues la profundidad con que me miró solo se podía sondear con la vara del supremo Amor que le caracterizó durante su recorrido por este mundo.
Me movía entre la muchedumbre que se amontonaba bajo los arcos del patio,y que aún así, respetaban el circulo central donde aguardaban los soldados la decisión de los principales lideres religiosos.Trataba de ver su rostro, pues desde donde me encontraba tan solo alcanzaba a ver su espalda y necesitaba mirarle, como para darle a entender que no estaba solo pasando por aquel trago, que no le había dejado de lado. Pero si estaba solo, pues de repente alguien grito a mi paso.¿No es ese uno de los que le acompañaban? Yo me giré y sin poder controlar mis palabras escuché avergonzado como mi boca decía No!, no soy uno de ellos! Pero otra voz asintió a la primera en voz aún mas alta, Si !, si es uno de ellos! No se si fue el miedo, o las dudas, o todo el conjunto, pero de nuevo mi boca se abrió para gritar esta vez, No soy uno de ellos! Y traté de salir corriendo de entre la masa que jaleaba a mi alrededor. ¡Es uno de sus discípulos! ,grito otra voz aún mas enconada que las anteriores. Sumido en la mas total de las vergüenzas de nuevo escuche a mi boca gritar , ¡No soy uno de sus discípulos, yo no conozco a ese hombre! Y justo coincidieron mis palabras con un silencio fortuito que se hizo en todo el lugar. Miré en dirección a donde estaba el Maestro y me encontré de bruces con su mirada, justo en el mismo momento en que un gallo cantaba no muy lejos de allí.
Fue lo último que vi nitidamente aquella noche, su mirada transparente, carente de cualquier tipo de reproche, llena de compasión infinita, exactamente igual que hacía unas horas, cuando me predijo que antes de que el gallo cantase lo negaría tres veces.
Toda la vehemencia que empleé para convencerle de su supuesto error, se había transformado en un sentimiento de fraude hacia mi persona jamas sentido hasta ese momento. Pero él no me miró como si le hubiese defraudado, todo lo contrario, me miraba como si me comprendiera, como si asumiera que en aquella situación él y solo él, había de estar presente. Como si aceptase que nada se podía hacer por cambiar su destino, al tiempo que se disponía a hacer suyas todas las impotencias de la humanidad, cargándolas sobre sus hombros, para transformarlas en nuevas oportunidades basadas en el Amor.
Salí corriendo de aquel lugar con los ojos llenos de lagrimas, corrí hasta las afueras y me derrumbé bajo un olivo como un niño que ha perdido a sus padres. Acabé dormido a los pies de los arboles centenarios, que en tantas ocasiones presenciaron en silencio las historias del Maestro; Aquel que con su ejemplo de vida, demostró la cualidad de reconocer a cada uno en medio de toda la gente y mirarle con el Amor que nos hace a todos iguales al tiempo que únicos ante los ojos de Di's.