domingo, 25 de septiembre de 2011

Sustancialmente...AMOR

El amor es un concepto del cual no tiene mucho sentido hablar y en el transcurso de estas líneas te mostraré, siempre desde mi perspectiva, el porqué, de tal afirmación por mi parte. Dicen sostener muchos de quienes conozco que el amor es lo que mueve el mundo. Yo también hubo un tiempo que lo creí, pero cada vez estoy más convencido que es una falacia, un engaño vamos o como sea que cada cual tenga a bien denominar a aquellas cosas que parecen significar algo, pero que en realidad no son lo que deberían ser. Algo así como espejismos conceptuales.
El amor no es lo mismo para todos los seres humanos. Si bien le atribuimos ciertos rasgos que le hacen común a la inmensa mayoría; Belleza, pasión, compromiso, etc. son solo algunas de las figuras mentales que podrían saltarnos cuando se habla de amor, pero aún así, en esencia, ese amor no significaría lo mismo para todo el mundo. Si me refiriera a mi en el ámbito de las relaciones sentimentales,no podría especular sobre lo que quizás, otros u otras que hayan pasado por mi vida, pudieran entender sobre el significado de amar. Sería un ejercicio de cinismo, pues yo mismo en muchas de mis relaciones admito no haber tenido ni idea de lo que significaba amar, a pesar de creer (en aquel entonces) haber amado como correspondía. Pero si hubiese sido así, probablemente no estaría ahora mismo hablando de relaciones en tiempo pasado.
Y quizás en el concepto correspondencia, pueda hallar un hilo desde el que tratar de desenmarañar la compleja y enrevesada madeja de lo que es para mi "eso" de amar .

Como sé que el primer párrafo fue muy fuerte y puede que incluso desestabilizante para ciertas personas, me voy a remitir de nuevo a él para, con la ayuda de la correspondencia, tratar de darles el sentido que yo originalmente pretendía mostrar con esas palabras.

Cuando decía que el amor es un concepto del cual no tiene mucho sentido hablar, no quería decir que el amor no signifique nada importante, sino que es, para mí, mucho más que únicamente un concepto. Es una realidad que todos de una u otra manera hemos vivido, recibido y entregado. Si se toma como eso, hablar sobre el amor puede ser muy edificante, pero si se toca como concepto, entonces hablar es un sin sentido, pues no encontraremos jamás puntos que logren consensuar la concepción que del amor tiene cada ser humano. Y lo único que lograríamos sería añadir más caos al caos de las palabras y llenarlo todo de argumentos defensivos u ofensivos, desperdiciando el tiempo que usamos debatiendo, en detrimento del tiempo que deberíamos dedicar a amar. Y es ahí donde se rompe la correspondencia. No se da lugar a la causa y al efecto. El amor es para amar, no para disertar. Por eso la frase de "el amor es lo que mueve el mundo" considero que es una mentira, de las tantas que nos embuchamos la mayoría a diario, todo sea por que nuestra sinapsis neuronal no se desgaste si nos da por preguntarnos que hay detrás de lo que creemos o damos por cierto. Esto es así, y ya está! Parece ser la opción mas Ockhaniana.

Pues no, mira tú por dónde, para mí no. Para mí el mundo no lo mueve el amor y si estoy errado, entonces es que mi forma de amar es diametralmente opuesta a la de la inmensa mayoría. Lo cual, no sería novedoso según mis antecedentes en la forma de procesar esta realidad que tú, lector, y yo compartimos.

(Aclaración a algunos lectores)

Que si, que se que puede ser complicado seguirme, que soy rebuscado, que podría ser más sencillo expresándome, pero es que no me da la gana. Yo me expreso en momentos como este así y al que no le guste pues que no lea, que hay cientos de miles de sopla memeces a las que dedicar el tiempo.

Pero yo, cuando quiero hablar de algo importante, más allá de los conceptos, como es para mí el amor, prefiero expresarme como me nace, sin reparar en si se podría hacer más comprensible o no. No trato que nadie me comprenda mejor, trato de exponer como vivo y proceso a día de hoy algo vital para mí como es el amor. Y si alguien me lee y encuentra algo, ¡maravilloso! Pero no es mi finalidad hacer yincanas (o jugar el cluedo) cuando escribo, por ello si me lees y no encuentras nada lamento haberte hecho perder el tiempo, puedes dejar de hacerlo aquí mismo. Agradezco que al menos, lo intentaras.

(Fin de la aclaración)

Pensad por un momento en lo que es el amor para vosotros, en la forma que lo dais a vuestros seres queridos, a vuestra familia. No importa que cada uno tenga el concepto que tenga, para lo que pretendo mostraros no hace falta compartir una visión única e irrefutable de lo que es amor.

Ahora con esa imagen fresca, visualizar el mundo en su globalidad, con lo que sabéis mediante las noticias, la prensa, el boca a boca...y respondeos a esta pregunta.
¿Es este mundo en el que vivís el reflejo de lo que para vosotros debería ser un mundo movido por el amor?

Para mí no lo es y es precisamente esa falta de correspondencia entre lo que debería ser y no es, lo que me lleva a afirmar que esta frase no es más que eso...una frase recurrente, algo que nos hace bien creer que es así, pues es mas fácil creerlo que echar los restos y hacer que realmente el mundo lo mueva el amor, empezando por el nuestro.

Preguntándonos el por qué de las guerras, si ninguna madre desearía ver morir a sus hijos en un campo de batalla. El por qué miramos a otro lado cuando las grandes farmacéuticas impiden a los países subdesarrollados (o mejor dicho subyugados y asfixiados en pro de nuestro "atroz" desarrollo primermundista) fabricar los medicamentos para erradicar o controlar las enfermedades que azotan esas regiones desfavorecidas del planeta. Preguntándonos quien sustenta el tráfico de armas, la trata de blancas, el trafico de órganos de niños, el esclavismo en cualquiera de sus formas, el negocio de la heroína y de la cocaína, las guerras preventivas, y una interminable lista de preguntas que nos llevarían a la conclusión de que el amor, en todo esto no tiene demasiado que ver, y aún así, la mayoría de gente sigue diciendo que el amor es lo que mueve este mundo. Pero claro, que van a decir sino. Si se para la rueda que hace el ratón? Y si aquello de lo que el ratón se alimenta dependiese de que la rueda girase? Pues eso...¡a girar la rueda! y que no falte de ná, y lo que sobre pal taxi, como diría el Pepe Rubianes.

Sinceramente, me estoy planteando en este momento si seguir escribiendo o no. Probablemente debería darle a cerrar al wordpad como casi siempre hago y que se perdiera todo esto en el silencio y el tiempo. Pero no quiero, hay algo que quiero decir que hace (o espero que haga) que todo este maremágnum de palabras valga la pena. Es como si girase en el agua de un piscina vaciándose y supiera que para poder llegar al mar necesito irme por el sumidero, pero sabiendo que aún me queda un poco sobre lo que girar para lograr liberarme de mi recipiente, paciencia querido lector.(porque si has leído hasta aquí te mereces que te quiera, aunque sea solo por soportar el envite de mis espantadas).

Trataré de retomar la esencia que me invitó a escribir estas lineas, despreocupándome completamente por si el primer párrafo se entendió o no, y proseguiré con el último de los conceptos versados en él. Los espejismos conceptuales.

Dice la wikipedia que los conceptos son construcciones o imágenes mentales, por medio de las cuales comprendemos las experiencias que emergen de la interacción con nuestro entorno. Así que un espejismo conceptual, vendría a ser aquellas construcciones o imágenes mentales (autogeneradas o impuestas mediante condicionamientos) que en lugar de ayudarnos a comprender nuestras forma de experimentar la vida, adulterasen la realidad, falseando lo creemos que esta es o debería ser y por ende dando lugar a experiencias irreales y carentes de correspondencia con la verdadera realidad.

Quizás me estoy metiendo en camisas de once varas, como diría mi madre, pero creo que no estoy demasiado errado en mis divagaciones. Quizás peco de arrogancia, no sé, pero son tantas las vivencias, encuentros, relaciones, circunstancias que he podido comprobar con el tiempo que no eran lo que en su día creí que eran, hasta el punto de admitir y asumir, que ni tan siquiera yo era entonces lo que creía ser. Lo cual no quiere decir que no fuera real para mí, pero era una realidad desacorde con la realidad más allá de mi percepción de ella. Ósea...un espejismo.

Los espejismos en sus inicios son maravillosos, excitantes y tremendamente motivadores. Principalmente porque vienen precedidos de una carencia vital, ya sea de agua, sombra, protección o alimento y cuando se perciben (o se cree percibirlos) automáticamente hace que nuestro rumbo (de llevarlo), se desvíe y nos encaminemos hacía el espejismo en cuestión. Lógicamente creemos que ese espejismo (un oasis con palmeras por ejemplo, dado que comúnmente al hablar de espejismos nos viene a la mente el desierto) nos proporcionara aquello de lo que carecemos, y aún sabiendo que nos desgastará correr hacía él, lo hacemos encantados, entregando el último aliento, porque al alcanzar la meta deseada (espejismada, diría yo) se suplirán (o eso se cree) las carencias y podremos al fin parar y disfrutar de una tregua/recompensa donde guarecerse y recuperar las fuerzas perdidas en el desierto.

Pero esto es solo al inicio del espejismo, pues cuando ya estamos encaminados a él empezamos a notar que por más que avanzamos y aceleramos el paso, parece que no llegamos nunca. E incluso a momentos, a pesar de ir directos a él, parece difuminarse y hasta moverse en el horizonte, habiendo de rectificar el sentido de nuestra marcha. Haciéndonos dudar hasta el punto de no admitir que el espejismo (que en esos momento no se reconoce como tal, sino como un refugio o placer seguro y veraz alcanzable) se ha movido y llegamos a dar por sentado que nos hemos desviado nosotros sin querer. Todo por no parar un segundo, cerrar los ojos y comprobar si lo que se está siguiendo, si lo que está uno por alcanzar, es algo real o algo irreal nacido de la necesidad.

Probablemente para cuando nos demos cuenta de que era un espejismo ya estaremos demasiado agotados y nuestra necesidad se habrá acrecentado a pasos agigantados yendo en pos de algo a lo que, una vez más, mucho le entregamos y con poco o nada nos correspondió.

Pues bien, sirva esta descripción personal de un espejismo en un desierto, a modo de parábola de lo que nos sucede cuando creemos estar siguiendo algo que es necesario para nosotros pero en realidad no tiene correspondencia con la realidad que nos engloba.

Así, los espejismo conceptuales, nos llevan a creer que el amor (por ser el asunto a tratar, pero la misma reflexión es aplicable a infinidad de conceptos mas) es el motor de nuestra vida, pero nos ocultan que el timón que maneja ese motor está pretendido por muchos y no siempre está en nuestras manos, sino en manos de pensamientos y emociones, creencias y motivaciones, y de quien sea que logre manejar tu barca (tralará) dependerán los pequeños matices que marcarán la diferencia entre llegar a buen puerto o acabar escorado en las playas de la desilusión, por no hablar de calas peores, que de haberlas ailas.

Por eso, quizás, la mejor manera de evitar esos reveses de la vida sea viviendo el amor , en vez de tan solo conceptuarlo. Parar un instante y cerrar los ojos para preguntarnos ¿Que es para mí el amor? ¿Qué parte de mi vida denota ese amor?¿Cómo puedo lograr que ese amor trascienda el pensamiento y se transforme en movimiento y acción?
Hablar de amor es tiempo perdido si se compara con las ganancias que se obtienen de invertir el tiempo en amar. Amar sin palabras, sin demostraciones oportunistas y públicas, sino con gestos cotidianos y privados. Amar con decisión, pues además de un sentimiento, una emoción o una pasión, amar es un postulado unipersonal pero con una repercusión global y humanitaria. Porqué si decides amar, esa decisión te lleva irremediablemente a conocer. Pues amar no es una decisión que se sustente en base a dogmas, el amar requiere conocimiento. Pero no me refiero a información de control ni tampoco de tipo sapiencial. El conocimiento al que me refiero es el que te lleva a comprender, respetar, aceptar y potenciar las formas de amar de los demás. Pues ya los griegos decían algo parecido a esto < Odian porque no conocen, si conocieran no odiarían> Así pues, si el desconocimiento invita al odio, el conocimiento invita al amor. Conocerte a ti, básico y elemental para cualquier empresa enfocada al éxito. Conocer el medio en el que vives, subsistes y englobas como individuo social. Conocer a las personas con las que vives, trabajas, te relacionas. Todo ello te llevará a amar...Amarte a ti, Amar a la naturaleza, a tus circunstancias, amar a los que te rodean, a los que quieren tu bien e incluso, con el tiempo, también a los que quieren tu mal.

Y es que el amor es una semilla de crecimiento exponencial e indeterminado. Se podrá saber cómo dejar de amar, pero jamás se sabrá cuanto se es capaz de hacer por amor. El Odio, la incomprensión, el egoísmo enfermizo de gran parte de esta sociedad ha llevado a miles de millones a la muerte a lo largo de "nuestra" historia. Pero el amor experiencial, el vivido, el que se usa a diario, ese es el único que realmente puede mover este mundo en sentido contrario al que nos tienen acostumbrados. Pero para ello, cada uno, sin importar sus conceptos, sus creencias, sus tradiciones ha de aceptar que el amor no solo es cosa de enamorados, o de padres e hijos, de los defensores de los animales o de deidades superiores o sus séquitos de iluminados. Que el amor debe ser un acto diario de decisión y compromiso para con nosotros mismos y nuestros semejantes, para dejar de conformarnos con frases hechas o supuestos inculcados y poner fin a la desgastante búsqueda del amor, permitiendo que sea el amor el que salga a nuestro encuentro en cada uno de nuestros pasos, incluso en el mas nimio e imperceptible de nuestros actos.

Y en ese encuentro diario, en ese caminar, siendo en vez de buscando, descubrir el verdadero valor del conocimiento al que nos lleva el amor. Que no es proporcionar sabiduría ni gloria, ni mucho menos poder. Lo que hace verdaderamente valioso el conocimiento, es que cuanto más conocemos, mas hay en nuestra vida sobre lo que proyectar amor. Cada área nueva, cada región sin explorar se transforma en nuevos campos de aplicación para el amor, mediante los cuales tratar de corresponder al milagro de la vida, sacando todo el partido de la experiencia , que es (o debería ser) existir siendo, compartiendo y recibiendo AMOR…en toda su magnitud y con todas sus consecuencias.




Así lo percibo y es como lo trato de gestionar en mi vida a día de hoy.

Un sincero abrazo y una amplia sonrisa.

Si leíste hasta aquí...gracias por la compañía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta mucho, has hecho una gran entrada, tanto en tamaño(largo)como en profundidad. También me ha gustado mucho como empiezas negando el sentido cotidiano y rutinario de la frase "el amor mueve el mundo" para acabar utilizándola con la matización de existir siendo y amando en cada acto.Porque es así como se tienen que definir las cosas: como son y como no son.
Un besote
Gabriel

Inblogformista dijo...

Gracias Gabriel, tu comentario es una gran motivación para seguir compartiendo mi perspectiva a otros.
Un fuerte abrazo.
Espero verte pronto.